Diversidad de producto: Flexibilidad
– Pellet
Partiendo de la alta calidad de la materia prima utilizada, la asepsia procurada durante su manipulación y el proceso tecnológico instalado, que permite el control automático continuo de todas y cada una de las variables, se consigue un pellet cuyas características cumplen ampliamente los estándares fijados por la norma EN-PLUS-A1. La formación se lleva a cabo con la única aplicación de calor, comprimiendo las micropartículas mediante rodillos y forzando su paso por las matrices granuladoras, en ausencia total de cualquier aditivo químico o colas aglutinantes. Energía limpia y 100 % natural.
Todos los días realizamos varios análisis en nuestro laboratorio interno para garantizar que el producto fabricado cumple con los altos estándares de calidad que exigimos. Además, los análisis externo realizados por el organismo responsable del certificado de calidad, nos otorgan unos resultados excelentes: Informe Eurofins 2024
– Astilla seca
El proceso está preparado también para partiendo de astilla verde completamente limpia de impurezas, proceder al cribado de finos y gruesos de la misma para aumentar su categoría de producto. Los finos apartados son perfectamente válidos para el proceso de fabricación de pellets y los gruesos se vuelven a introducir en una astilladora para su refino. La astilla ya cribada y clasificada, se somete al proceso de secado y evacuación en silos de almacenamiento para su posterior carga.
– Viruta seca
Como resultado de uno de los procesos de aserrado, se obtiene una viruta fina de altísima calidad, por su tamaño y espesor y por tratarse de madera virgen, con ausencia total de tratamientos químicos, lo que la hace muy aconsejable para uso como camas de animales, especialmente en el sector equino. Partiendo de esta viruta, como en el caso de la astilla, se la somete a un cribado inicial para la eliminación de finos que pueden afectar a las fosas nasales de los caballos. Después se procede a su secado y ensilado para estabilizar su humedad residual. El último paso es el empaquetado, mediante una prensa de viruta, generando balas de 20 kg de producto, que son apiladas y retractiladas para facilitar su manipulación y distribución.