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El director de Naturpellet, Roberto Bravo, subraya «la apuesta absoluta por la calidad» en un sector que es muy competitivo
Naturpellet recibirá, el próximo viernes 19, el premio de la Federación Empresarial Segoviana como Empresa Innovadora del año. Esta compañía segoviana lleva ya ocho meses trabajando en Sanchonuño, en pleno corazón de Tierra de Pinares, basándose en la elaboración de combustibles de madera. Su producción principal son los pellets, pero también la astilla, y en pocas semanas, lo será la viruta de madera. Con más de 100.000 metros cuadrados de superficie, tiene una capacidad productiva de 40.000 toneladas anuales.
Tras una fuerte inversión de 12 millones de euros, a día de hoy esta empresa cuenta con doce trabajadores fijos, que se alternan en los cinco turnos diarios de trabajo.
¿Qué supone este premio de Empresa Innovadora para Naturpellet?
Una empresa nueva como nosotros que trabaja en un sector tan local como el forestal, que nos premien por ser innovadores es un orgullo muy grande. Es muy complicado el ser innovador, y sobre todo en un sector tan primario como este. Somos una empresa de Segovia, que trabaja con materia prima de la zona, y si cabe, esto es más importante.
¿Qué importancia tiene el I+D+I en el trabajo de su planta?
Es muy importante en cualquier sector el tener una búsqueda de la excelencia tanto en el proceso como en el producto. Y si cabe en un producto básico como es el pellet de madera, más todavía, ya que la competencia es muy alta. El buscar aquello que te pueda diferenciar en calidad es fundamental para poder sobrevivir.
Naturpellet inauguró su planta el pasado mes de abril, pero ya llevaban varios meses trabajando. ¿Qué balance se hace de todo este tiempo?
La puesta de largo fue en abril, pero llevábamos seis meses produciendo. Son meses de ajuste y de fabricación porque una planta como esta no se pone en marcha en dos días. Desde finales de noviembre llevamos una producción cada vez más constante, y el balance es muy bueno porque teníamos el hándicap de buscar la innovación, y hemos optado en vez de hacer un proyecto con una ingeniería o un fabricante determinado por buscar nosotros los elementos que más nos interesaban de cada parte del proyecto. Son cinco fabricantes grandes los que forman parte del proyecto y unirles en el proceso ha sido lo más complejo.
La apuesta por el combustible ecológico ya no es solo el futuro, sino el presente…
Nosotros desde el principio lo tuvimos claro, es un mercado como cualquier otro y la competencia es muy grande. El pellet de madera, no por ser un producto novedoso en España, no se escapa de esa dura competencia. Sabemos que nuestras armas con las que podemos luchar y un elemento diferencial es la calidad. Hacemos una apuesta absoluta por la calidad, y hacemos un combustible natural, sin aditivos, ni sustancias químicas. Es un proceso ecológico, prima el consumo energético, y la solución del embalaje. Con un saco de papel reciclado seguimos una línea diferencial de apostar por la ecología, la sostenibilidad, y la calidad que sea nuestra bandera de comercialización.
Astilla y viruta de pino
Además del pellet, apuestan por la astilla y viruta de madera.
Esta planta, dentro de su alto grado de flexibilidad, tiene la posibilidad de fabricar pellet de madera y hacer astilla y viruta de madera de pino. La astilla está destinada para calderas de tipo medio, y utilizamos el producto de nuestro aserradero, lo cribamos, quitamos los finos para evitar que en la combustión de la astilla den problemas, y les secamos. La astilla suele estar en torno al 18% de humedad seca. Es un producto que estamos preparados para hacer y comercializarlo a granel. Y otro producto que sí empezaremos con ello pronto es la viruta seca, una viruta fina, que es muy apta para camas de caballos. Sigue el proceso de la astilla y se prevé que empecemos el mes que viene a hacer pruebas. La idea dentro de la línea de ensacado estaba prevista la incorporación de una prensa para hacer varas de viruta con este material.
¿Tiene capacidad esta planta para aumentar la producción de las 40.000 toneladas anuales?
La capacidad es de 40.000 toneladas, de toda la suma de los productos anteriores, aunque la planta está dimensionada para unas 60.000, quitando el secadero, que es un poco el cuello de botella; pero realmente ampliando con un segundo secadero o cambiando el tambor de secado, conseguiríamos esas toneladas de forma inmediata.
¿Es más difícil apostar por un proyecto así en una zona rural como es la zona de Tierra de Pinares?
Yo creo que una zona como Castilla y León que es eminentemente agrícola forestal, podemos plantearnos otro tipo de industria, pero no es lo lógico. La industria del automóvil va a existir en Castilla y León mientras se siga subvencionando, el día que dejen de hacerlo se marcharán. Aquí siempre ha habido madera, y siempre la habrá, y cuanto más explotación haya más posibilidades hay en este sector. Es un sector claramente local, rural, y que junto a la agricultura son actividades que permiten fijar población donde más se necesita, y más en una región tan despoblada como ésta. Son oportunidades que vienen bien al desarrollo de nuestra región.
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